La Junta de Castilla y León, en Consejo de Gobierno celebrado a mediados de marzo, aprobó destinar más de 3,8 millones de euros a dos anualidades –con posible prórroga de otros dos– al contrato del servicio de doble lectura y emisión de los informes diagnósticos necesarios para el desarrollo del Programa autonómico de detección precoz del cáncer de mama. Se calcula que son más de 125.000 las mamografías anuales que se estiman necesarias para dar cobertura al cribado poblacional de tumores mamarios en la Comunidad.

La estrategia contra el cáncer de mama esta comunidad contempla como principal objetivo detectar de forma precoz el cáncer de mama en las mujeres del grupo de población diana, que hasta el 2023 estaba entre los 45 y 69 años, y que desde este año 2024 se amplía a las mujeres de hasta 74 años, con el fin de disminuir la mortalidad por esta causa y aumentar la calidad de vida de las mujeres afectadas. Hay que recordar que, con esta decisión, Castilla y León vuelve a ampliar el rango de edad establecido por el Sistema Nacional de Salud que recomienda la realización de la prueba a mujeres de entre 50 y 69 años.

Las mamografías son la mejor prueba de detección precoz existente en la actualidad, ya que gracias a ellas pueden detectarse entre el 90% y 95% de los tumores por muy pequeños que sean.

Los datos disponibles del último año cerrado, 2022, indican que 7.939 mamografías, un 6,5% del total de 122.413 realizadas, hubo sospecha positiva que derivó a más pruebas diagnósticas. La ampliación del rango de edad a los 74 años supondrá la realización de unas 4.000 mamografías más al año en Castilla y León.